Tipos de violencia:
Primero hay que saber que existen varios tipos de violencia, todas ellas constituyen experiencias que debemos aprender a sanar si las hemos vivido en la niñez:

  • Física
  • Sexual
  • Psicológica o emocional (gritos, amenazas, denigraciones, etc.)
  • Económica (restricción del dinero para necesidades básicas como una forma de manipulación)
  • Social: (denigración frente a un círculo)
  • Abandono (también se considera un tipo de violencia)

Formas de haber vivido la violencia:
Existen 2 formas básicas en que pudimos haber vivido la violencia:

  • Activa: cuando se vivió la violencia directamente.
  • Pasiva: cuando se fue testigo de la violencia (afecta en igual medida que la anterior).

Repetición de ciclo:
Si no sanamos la violencia que vivimos, nuestras heridas pueden reproducirse nuevamente ya sea directa o inversamente, es decir siendo violentos o siendo sumisos. Hay que saber que el ser sumisos también es una forma de reproducir la violencia a través de atraer personas violentas a nuestras vidas. Ambas manifestaciones demuestran que no hemos sanado nuestras heridas de violencia. Por eso es muy importante atender nuestras heridas. Se conoce que el 95% de agredidos y agresores son personas que vienen de familias violentas.
¿Cómo sanar nuestras heridas de violencia?
A continuación se presentan prácticas que nos pueden ayudar a sanar nuestras heridas

  • Orar por nuestros padres.
  • Conocer la historia de nuestros padres: si ellos ejercieron violencia lo más probable es que también vivieron violencia y no la lograron sanar.
  • Pensar en lo bueno de nuestros padres: es poco probable que nuestros padres fueran violentos todo el tiempo, seguramente tenían momentos de dulzura o facetas de su personalidad que nos traen buenos recuerdos. Es importante aprender a reconocer y valorar la dulzura y lo bueno que tenían.
  • Fe en el amor de mis padres: es importante tener fe de que a pesar de que nuestros padres pudieron haber sido violentos, ellos nos amaron.
  • La bendición de la violencia: el haber vivido violencia en nuestra niñez quizá nos impulsó a desarrollar alguna virtud, tal como la fe, un espíritu de lucha, la perseverancia, etc. Recordamos que para los que aman a Dios todo es para bien.
  • Drenar el dolor (visualizaciones del pasado): Una práctica muy útil para sanar es cerrar los ojos, visualizar el pasado y regresar a los momentos de violencia que vivimos, en esos momentos hay que dejar que drene el dolor (muchas veces eso implica llanto) y luego introducir el amor, diciéndole a nuestros padres que los amamos y que confiamos en su amor. Además en el momento de violencia repetirse a sí mismo “yo soy el espíritu que nadie puede lastimar”. Hay que saber que el amor es más fuerte que la violencia, así que al revivir los dolores hay que perdonar y perdonarnos a nosotros mismos.
  • Humildad ante Dios: esto consiste en que en oración le entreguemos a Dios nuestras heridas y le digamos lo mucho que nos dolieron, que logremos descargar nuestro dolor hasta sentirnos en paz acompañados de Dios.
  • Ayuno y oración: Para mí el ayuno y la oración es una de las formas más directas de limpiar nuestro corazón. Es recomendable consultar a alguien que sepa del tema antes de iniciar un ayuno.
  • Buscar ayuda: en casos en que nuestra experiencia con la violencia haya sido muy profunda, es aconsejable buscar apoyo emocional para procesar el tema.

7 comentarios

Marisol Muñiz · mayo 2, 2012 a las 7:42 pm

GRACIAS mil x ésta´página será muy útil para mi… Dios le bendiga

    Gonzalo · mayo 5, 2012 a las 9:31 pm

    Estimada Marisol,

    Gracias por su comentario, me agrada mucho que esta página le sea de utilidad para su sanación, ese es el propósito de la misma.

    Un abrazo de Luz,

    Gonzalo

Isabel Yac · mayo 15, 2012 a las 5:45 am

Que Dios le siga bendiciendo por esos consejos que nos da, solo le comento que me ha sido de mucha ayuda, y espero seguir sanando mi interior.

    Gonzalo · junio 9, 2012 a las 11:38 pm

    Hola Isabel, bendiciones en su vida también. Me alegra mucho que la página y los programas de radio les puedan ser de utilidad.

    Un abrazo de luz,

    Gonzalo José (Pepe)

Melissa de K · mayo 22, 2012 a las 3:16 am

Mi madre aun me provoca mucho dolor, soy su hija unica y 4 hermanos, uno fallecido y 3 vivos. Desvalora todos mis esfuerzos de ayuda, economicos ante su enfermedad, prefiriendo a mis hermanos y rechazandome. Busco su amor, perdonarla, y me duele muchisimo su ingratitud. Yo la sigo apoyando y respetando, pero igual me siento triate y frustrada.

    Gonzalo · junio 9, 2012 a las 11:43 pm

    Hola Melissa!

    En lo profundo ninguna madre puede rechazar a su hija. Ella le trata de esa forma porque su madre también sintió rechazo de su abuela materna (la madre de ella). Siga perseverando y tenga fe en el amor, confíe en que su madre le ama aunque le demuestre lo contrario.

    Un abrazo de luz,

    Gonzalo José (Pepe)

Gris · marzo 22, 2013 a las 2:41 am

Considero de gran bendición haber encontrado el link de sanaresamar. Es importante divulgarlo a los mas jóvenes para romper cadenas de dolor y dar luz a los que vienen atrás.
Gracias

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